lunes, 28 de febrero de 2011

Generación Ni/Ni/Deshh

Hoy, un deshaucio en El Palmar


Mientras que nuestros queridos políticos discurren sobre la importancia filosófica de retrasar a 110 los kilómetros hora que los conductores podremos alcanzar en un acto de locura por la velocidad en las autovías y autopistas españolas, muchos ciudadanos reclaman que la velocidad también se frene, con aquello del ahorro energético, a la hora de ejecutar deshaucios por parte de ciertos bancos y a ciertas personas con menos recursos, porque una cosa está clara. El banco dio en su momento dinero fácil y sin garantías a un buen monto de trabajadores que no reunían las características reales para recibir ese dinero, y ahora, por supuesto, la banca no asume ese error. Todos sin casa y con una deuda de por vida...



Es el caso de una familia de El Palmar, que sin entrar en los orígenes de su deuda, ni en la catadura moral del director de BBVA de esa localidad, lo cierto es que hoy a estas horas si nadie lo ha impedido se habrán quedado sin domicilio. Yo entiendo que el banco ha prestado un dinero y que debe recibirlo, no estoy pidiendo que la banca pierda esa cuantía, ¿pero de verdad la mejor solución es expropiar?

Si tuvieramos un gobierno serio, con unos políticos serios, y unos responsables a su vez en las autonomías responsables, este es uno de los temas más importantes del momento. No lo son el límite de velocidad, así como tampoco si Rubalcaba la tiene más larga que Zapatero, o si Camps ha sido ratificado o no por Génova.

Los responsables políticos deben adaptarse a sus tiempos, y deberían estar trabajando en un protocolo para evitar que miles de personas a las que se le dieron créditos cuasi-imposibles, pierdan sus casas, porque eso sólo implica lo siguente:

1) Un hombre pierde una casa pero aún acumula deudas superiores en su mayoría a los 50.000 euros.

2) El banco adquiere un bien inmueble cuyo valor cae por momentos, normalmente mal situado, y que no conseguirá vender a no ser que lo mal venda.

3) Las inmobiliarias, promotoras y los particulares tienen que competir en precio con esas casas de los bancos, expropiadas y mal vendidas. Cosa que no pueden, y el mercado de la vivienda se atasca de más.

¿Qué ha conseguido el banco a corto plazo? Nada, sólo dejar a una familia en la calle

Creo que es un buen momento para buscar puntos de unión, y no actuar como si de un manual de instrucciones se tratara. Detrás de cada deshaucio hay personas, y muchas de ellas no necesitan un empujón, sino un achuchón.


1 comentario:

Anónimo dijo...

Menuda verguenza!