jueves, 24 de febrero de 2011

Alguien tiene que decirlo, ¿no?


Hoy vamos a hablar de los medios de comunicación, porque esta mañana hemos desayunado con algunas noticias, un poco avergonzantes para la profesión, que ponen al medio o al periodista como sujeto de la historia, en vez de ser testigo.

Hace tiempo que el ego de ciertos periodistas, en el mundo deportivo, en el corazón e incluso en la competitiva esfera de la actualidad no para de estropear la imagen del colectivo. Tertulias orquestadas y programadas por pseudoperiodistas de guión aprendido; programas de corazón que juegan a ser de morbo-investigación, y sobretodo el intrusismo de que ahora cualquiera puede convertirse en adalid de la información están consiguiendo que la población no compre prensa. No la compra pensando que ya está informada con el resto de 'basura informativa' que va recogiendo de la televisión.

Yo ya sabía que grandes firmas de la prensa como Matías Prats o Pedro J. Ramírez no son lo que aparentan, pero la reciente 'impertinente-valorativa-entrevista' que Prats hizo a Ruiz Mateos, o la portada de El Mundo de hoy, con una foto pixelada y de muy mal gusto de una persona enferma, en camilla, en un momento de su intimidad, los han retratado. El Mundo y su portada con una foto de Aguirre en camilla

Y que tenga que venir nuestro paisano Pérez Reverte, para sacarles los colores a las 'grandes' tertulianas Iglesias y Rahola es algo que me asombra.  Pérez Reverte carga contra María Antonia Iglesias y Pilar Rahola
¿Es que nadie lo piensa? ¿Por qué siempre tiene que quedar Reverte de bocas, cuando es box pópuli?

¿Hasta cuando el periodismo va a seguir siendo refugio de frescos? ¿Por qué la COPE ofrece un contrato estrella de 1,8 millones a Paco González, y a la vez plantea ERES y problemas de pago para otros de sus asalariados? La COPE hace público que Paco González cobra 1.8 millones por año
Campanas de ERE para la COPE

Y lo peor... ¿Qué hacía Pajín en un restaurante de lujo? ¿No estamos en crisis?
El Ministerio desmiente que Pajín tuviera que abandonar un restaurante de lujo tras ser increpada

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