lunes, 6 de junio de 2011

¿Y SI LOS GOBERNANTES FUERAN COMO RAFA NADAL?

(Imágen del Calendario ÁNIMA 2011)


Rafael Nadal, un mallorquín de 25 años ha conquistado por sexta vez Rolland Garros igualando al mito sueco Borg. Este atleta, deportista y ser humano extraordinario se ha colado por méritos propios en la historia, y a pesar de contar con 10 Gran Slam sigue siendo tan educado y tan comedido como siempre.

Viendo y vibrando con la victoria de Rafa se me vino a la mente todos los años de sacrificio y de duro entrenamiento que hay detrás de cada uno de sus golpes, años de dolor por aprender a jugar al tenis con su mano izquierda (hay que recordar que Rafa es diestro), dolor por gestar ese cuerpo de toro cuando él era lo que hoy conocemos como un 'tirillas', y sacrificio de separarse de la familia desde muy jovencito para acudir a las pistas de medio mundo a poner de moda las bananas y las camisetas sin mangas'.

Cuando Rafa gana, Rafa llora, porque sólo él sabe lo que le cuesta ganar los torneos. Nadal, como muchos deportistas han centrado toda su vida en torno al deporte, preparándose cada día incansables para ser los mejores.

Una ve tanta dedicación y humildad en un mero deportista, y luego lo extrapola a personas que deberían ser mucho más importantes en nuestras vidas y la verdad es que se decepciona.

Nunca entenderé por qué la política es la profesión que requiere menos preparación en el mundo, y tampoco por qué los políticos que llegan a gobernar en municipios, Comunidades Autónomas e incluso Gobiernos de la nación no se lo toman más en serio. Un político, debería ser consciente de su papel en las instituciones, y estudiar cada día, mejorar, entrenar para ganar en sus finales.

Un político debería saber idiomas, tener varias carreras y una condición casi innata para encargarse a esa profesión que tanto influye en millones de personas.

Si los políticos pusieran la mitad del empeño en su profesión y la gobernación de sus territorios como lo hace Nadal en cada entrenamiento, los países estarían gobernados por atletas de la administración, y no habría pasado nada de lo que nos ocurre y nos ocurrirá.

Un político debería tener un alto concepto de la justicia y del honor, y debería querer lograr la excelencia, dando la espalda a todo tipo de corruptelas y malas praxix, pero todos sabemos que no es así.

Visto lo visto, comienzo a impacientarme. Y veo que ya somos muchos los que no nos queremos quedar como estamos.

Yo de ti, político, sería consciente de lo que te estás jugando. Porque no es tu trabajo, ni tu futuro. Es el nuestro.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

¡¡Qué buen post!! Y cuánta razón. Si los políticos trabajaran tan duro como los atletas, el mundo sería mucho mejor.

Anónimo dijo...

Nada que objetar, pero precisamente por ello no quería dejar de escribirte unas líneas. Ideas complicadas expuestas de un modo sencillo, haciendo fácil su comprensión.
Mis felicitaciones desde Noruega.

Anónimo dijo...

Totalmente cierto pero para que cumplan estos criterios y además del talento y la vocacion tambien el incentivo economico tiene que estar a la misma altura para tener a los mejores.

Anónimo dijo...

Felicidades, muy bueno. Me ha gustado mucho el artículo, de 10. Besitos desde Londres.