Vengo de pasar el día en el Valle Perdido, para quienes no lo conozcan, un maravilloso paraje natural en la afueras de la ciudad de Murcia, que está completamente abandonado por parte de las autoridades municipales. En las pistas deportivas ya no hay ni una canasta ni una portería, los suelos están desconchados y carece de aseos públicos ni de ningún tipo de servicios. Es una lástima, recuerdo tiempos mejores.
Muchas veces, la diferencia entre las ciudades de primera y la de tercera son los detalles. ¿Os imagináis que Nueva York despreciara su imponente Central Park? Pues es lo mismo. La suerte ha hecho que Murcia cuente con ese paraje natural, donde hay instalaciones de la Comunidad Autónoma, que sí están bien cuidadas. Pero claro, precisamente la explanada principal, donde la gente se reúne para hacer deporte, barbacoas o pasar un día haciendo senderismo en el campo, parece más bien el Bronx.
Os invito a comprobar qué no exagero. A ver si en estos días que estamos de campaña electoral, algún partido se hace eco de ese desastre y entre todos le ponemos remedio.
1 comentario:
Aysss, tantos años con esas instalaciones tercermundistas...
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